martes, 11 de marzo de 2014

Las Mil Casas - Entrevista a Omar

Charla con Omar.
P- ¿Continúa habitado el barrio (“Mil casas”)?
O- “Sí. Yo he vivido acá toda la vida. El barrio está habitado pero no ha existido ninguna medida de preservación del mismo. El estado no cumplió el rol de preservar y facilitar la preservación.
E- Claro, cuando es patrimonio histórico de la ciudad…
O- Sí, hay una placa acá sobre la 523…en una zapatería. La placa te dice que el barrio es monumento histórico municipal. Todas las viviendas, que ves acá, se demolieron (señalando hacia la cuadra donde vive). Incluso mi casa. Unos 12 años aproximadamente.
P- ¿Se demolieron?
O- Sí.  Fijate las diferencias entre las medianeras. La cuestión es que uno tiene casa, que tiene más años que la ciudad de La Plata. Esto es de 1882. Con mi madre, mantenerla era un problema muy serio. El problema de este tipo de construcción es que era todo barro y sigue siendo barro, utilizando conchilla como revoque. Ladrillo, conchilla y barro y encima otro ladrillo. La mampostería y todo lo demás hay que mantenerlo y renovarlo. Eso requiere un cuidado constante, luchar con la humedad. Las casas se tuvieron que tirar. Las fachadas en su mayoría están hechas de nuevo. En sí, las casas no se caen. Las estructuras son fuertes.  Por ejemplo las arcadas de las puertas tienen detalles notables, una bóveda. Adentro pisos y techos es todo de pinotea. Otra cuestión, es la cantidad de pozos que tienen las casas. Por ejemplo, mi casa tiene tres. Uno de la casa y dos que son compartidos con tres vecinos. Lo cual era común. Cuando yo era chico, y aún estaban las comunicaciones, uno podía entrar por esta casa y salir en la esquina. (La casa se ubica a mitad de cuadra)
P- ¿Qué tenías pasillos internos?
O- Sí.
P- Qué bueno. De ahí es la comparación que hacían con un laberinto entonces. ¿Cómo fueron las inundaciones acá?
O- Nosotros no nos inundamos. La altura es alta. La zona es una de las más altas de la ciudad. El problema fue de siete para abajo.
P- ¿Cómo llega tu familia al barrio?
O- Este barrio era de los empleados del ferrocarril. Las casas no tenían títulos. Eran todas posesiones. Hubo que ir regularizando el tema del papelerío. Nuestras familias eran ferroviarias. Mi abuelo vino de un pueblo cerca de Tres Arroyos y vinieron acá trasladados.
P- ¿Ya trabajan en talleres allá?
O- Sí, y pidieron el traslado.
Omar retoma el tema referido al descuido del municipio por el barrio.
O- Acá estás ante un cúmulo de malas decisiones. Muy malas. Primó el criterio y decisión de unos pocos “iluminados”, en vez de consultar arquitectos respecto a qué podía conservarse. El piso original de las veredas son ladrillos de molde, tipo cerámico. Todos tenían las mismas veredas pero, producto de las remodelaciones que se encaraban, fueron cambiando. 
En mi infancia, sólo se ingresaba al callejón por calle 3. No había posibilidad de salir por cuatro. Cuando mi vieja era chica, la calle estaba cerrada por una reja de hierro. Custodiada por un policía, se abría bien temprano a la mañana y se cerraba por las noches. Con el correr del tiempo, comenzó a correr el tranvía por calle cuatro. Hacia fines de los 80´s, se asfaltó cuatro. Una de las macanas fue que no se colocaron desagües subterráneos. Caen cuatro gotas y cuatro tiene que drenarse, generando inconvenientes. Siempre se tomaron malas decisiones. Las veredas originales, en vez de recomponerlas, fueron levantadas, colocándose adoquines que poco tienen que ver con la estructura histórica. Las torres de iluminación, hierros con farolas, tampoco son originales. Un mamarracho. Sólo existía una luz para toda la cuadra. Se hicieron cosas, pero se hicieron mal.
La calle era de tierra. Durante el mandato de Alak (década del 90), se asfaltó la calle. Los vecinos financiamos la colocación, no la municipalidad. Guardo recibos de aquellos pagos. Si se quiere promocionar un barrio y lo querés cuidar, corresponde que las autoridades elaboren un plan y tomen intervención. No hubieron beneficios positivos. Con este gobierno menos. Se creen que uno está en contra de ellos, pero no. Lo único que queremos es que se pongan las pilas un poquito. Se debe estimular la preservación con medidas administrativas.
P- ¿Hay una especie de consorcio de mantenimiento o algo?
O- No, no. Si te dijieron que hay algo así, no lo hay.
P- Sale todo a pulmón por lo que veo, gracias a la voluntad de los vecinos…
O- Como todo. Pasa algo en tu casa y tenés que mantenerlo. Acá no hay estímulo municipal para mantener este barrio.
P- ¿Y el delegado municipal?
O- Acá no hace nada. Ni siquiera pasa el basurero en esta calle, desde que está Bruera. Tenés que tirarlo en la esquina. Los canastos tan modernos que ves, los colocaron ellos.
P- ¿Qué suerte tuvo la estación de trenes?

O-  Durante años, se habló de distintos proyectos. Se pensó en un shopping. La Facultad de Exactas quería construir un anexo, que hubiese sido lo mejorcito. Funcionó como taller de Ferrocarril. De chico, jugábamos a la pelota. Era todo una aventura. Estaba lleno de trenes viejos, máquinas viejas. En los 90´s se llevaron todos los hierros, destruyendo todo. En uno de los talleres funciona el Museo Ferroviario, producto de la voluntad de algunos ciudadanos.

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